jueves, 17 de octubre de 2013

Cuando más lo necesito

“Ámame cuando menos lo merezca, 
ya que es cuando más lo necesito” 
 Proverbio chino


¿Alguna vez que haz sentido tan decepcionado de alguien que piensas ya no hay esperanza en los demás? Supongo que sí, es raro que a lo largo de una vida no te cruces con personas deshonestas, violentas, traidores, entre otros. Y muchas veces es fácil caer en frases como “todos son iguales” o “todos te fallan”, llegando a tomar el daño ocasionado por una persona y proyectarlo como algo que se debe esperar de todo ser con el que te cruces.
Poco a poco, vas hundiéndote en la desconfianza y desesperanza, dudas hasta de tu sombra pensando que incluso aquella proyección puede llegar a traicionar tu confianza. Nos cerramos a los demás y preferimos vivir en aquella supuesta soledad que creemos nos protegerá de futuros daños. Y, finalmente, caemos en la repetición de aquellas actitudes que nos afectaron en el intento (sea de forma conciente o inconciente) de dejar de ser la víctima y convertirnos en el victimario. Herir antes de ser herido.

Pero, ¿es necesario continuar con aquella aparentemente interminable cadena de victimas y victimarios? ¿No hay una mejor manera? Quizá solo basta con un ser piadoso que se detenga a vernos, que escuche el pedido de ayuda  que tanto luchamos por dejar salir, pero que es opacado por actitudes hirientes o deseos de venganza a los que nos vamos acostumbrando. Quizá no necesitamos que nos digan que está mal pensar de manera tan dañina hacia los demás, sino hacernos sentir que pueden entendernos, que saben lo que se siente vivir con ello, que no estamos solos.


Ámame cuando menos lo merezca...
cuando sienta que ya no queda más esperanza,
ya que es cuando más lo necesito…

2 comentarios:

  1. mmmmm la plaga del mal... pero sé la diferencia

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    1. Que sabes la diferencia o que sea la diferencia? La idea es buscar cambiar la secuencia y forma de proceder, claro.

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