lunes, 25 de febrero de 2013

Soundtrack personal: Girls just wanna have fun



"I came home in the middle of the night,
my father says what you're gonna do with you're life?
Well daddy dear, you're still number one..."

Ha pasado un año desde que tomé la decisión más importante de mi vida. Un año atrás decidí cambiar de una carrera auto-impuesta por presión familiar a una en la que finalmente me veía desempeñándome por el resto de mi vida. No fue fácil, tuve que luchar mucho y tomar actitudes que no esperaba de mí. Tomó unos meses, pero lo logré. Ahora soy feliz y amo mi carrera. Aun así  gran parte de mis decisiones siguen siendo cuestionadas y es difícil lograr obtener la credibilidad y confianza necesarios para que mis decisiones sean aceptadas y respetadas...


"The phone rings in the middle of the night,
my mother says when you're gonna live your life right?
Well mother dear, we're not the fortune ones..."

En este año, he tomados decisiones de las cuales no me siento orgulloso. He luchado contra mi "yo" anterior mientras intentaba ser una mejor persona, alguien que no se arrepienta de sus decisiones y siempre siga hacia adelante. No es fácil cambiar la imagen que ya se ha formado de ti en la mente de las personas, toma tiempo y mucho esfuerzo (en especial cuando se trata de desmentir rumores creados por ex-enamorados frustados que han recorrido ya medio Lima), pero es posible. Aun estoy en ello.


"Some boys take a beautifull girl...
Oh, they hide her away from the rest of the world...
Well, not me. I wanna be the one in the sun..."

Hace poco más de un año, llegó a mis padres la noticia de mi homosexualidad. Fue un duro golpe en la familia, obviamente. Todo padre tiene la esperanza que su hijo continué el apellido familiar (o al menos se las de jugador y le cuente a cuantas tipas se ha "levantado").  Por suerte, resultó mucho mejor de lo que esperaba. Si bien aun tengo una madre que me pide una nuera (en serio, es estresante), no hay obligación alguna. La única exigencia vendería de la necesidad de tener una profesión. Desde el día que todo salió a la luz, dejé de ocultarme. Vivo tal cual soy a la luz del sol y bajo el reflejo de la luna.

Mi vida dio varios giros en un solo año y aun sigo sorprendido de como continua cambiando todo a mi alrededor. Es una experiencia interesante y motiva a seguir adelante para ver qué nuevos retos y opciones se me presentaran en el futuro.

Habiendo tomado la riendas de mi vida, solo me queda cantar como Cyndi Lauper...

Oh! Girls (boys), they wanna have fun... 

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Opté por el cover realizado en la serie Glee como guía de la letra (No lograba entender bien la original de Cyndi Lauper... pero esta bonita)


miércoles, 13 de febrero de 2013

La tortura de la belleza

"Muchachas desnutridas como recién salidas de un campo de concentración,
chicas que dan la impresión de haber sido golpeadas violentamente,
mujeres de cuerpos famélicos y ojos inmensos y asustados,
adolescentes pálidas con aspecto de haber sido succionadas por un ejército de vampiros,
zombis de ultratumba, modelos quietas y sin vida imitando a muñecas o maniquíes de cera (...)"
(Gabriel Cocimano 2004)


Basta con prender el televisor o mirar a las calles. La tiranía de la tan distorsionada belleza se encuentra presente en cada centímetro de nuestra ciudad. Y es que no se trata únicamente de las escuálidas modelos con las que solían golpearnos en los desfiles de moda. La cosa está más seria ahora...

Sí, es imposible huir de las modelos tan "europeas" que nos presentan en anuncios (ya saben... cabello claro, piel clara, ojos claro... todo "clarito"). Series, conductores de televisión, enormes paneles en las calles, disimulados anuncios en revistas. Están por todos lados.
Modelos de grandes músculos, cuerpos formados, rostros atractivos. Se muestra lo que sea necesario para vender un estilo, una forma de vida. Lastimosamente, no siempre es una vida que se llega a alcanzar.
Se ve como aumenta el consumo y compra de diversos productos. Ya sea ropa, accesorios o maquillajes, todo se encuentra perfectamente colocado en una zona que se encuentra entre lo que se muestra en anuncios y la realidad en la que vivimos. Muchas veces, es en aquel limbo donde quedamos atrapados sin darnos cuenta. Comprar, comprar y comprar, sin darnos cuenta que mucho de lo que vemos ni siquiera habíamos pensado que lo queríamos.

¿Quien no se ha visto alguna vez en el espejo y pensado que algún rollito por ahí debería ser exterminado? Nos sentimos poco atractivos. Pero, ¿En base a qué nos comparamos? Hay muchos ejemplos de cuerpos saludables que observar. Gente que no tiene el menor problema en su organismo que le ocasione algún paro cardíaco o una diabetes, por ejemplo. Son gente que puede llegar al final de sus días habiendo tenido una vida muy saludable. Sin embargo, ¿No nos comparamos acaso con este o tal modelo? ¿No pasamos por traumas pasajeros sobre por qué no vemos una tabla de chocolate como abdomen, brazos más gruesos o un "pompis" más levantado? Otras se desviven por no conseguir reducir esos dos centímetros de cintura que les hace ver esbeltas y "atractivas". Y ni que decir de los sendos flotadores artificiales que tanto buscan conseguir otras. A todo aquello se le suele tomar como rasgos de belleza, pero no es necesariamente un rasgo de salud, que debería ser el objetivo primordial, ¿cierto?

"La belleza de los desnutrido", así es como puede llamarse a la imagen y tendencia actual de la belleza. Mujeres casi desnutridas como estándar de lo que es atractivo (A menos que seas voluptuosa, ahí se te perdona si eres llenita). Hombres delgados y definidos o musculosos y con apariencia de estar a punto de romper sus polos si se mueve. El gimnasio se ha convertido en la nueva droga de nuestros tiempos. La obsesión por el cuerpo "perfecto" lleva muchas veces a un estado de casi inanición, malnutrición o extremo cálculo de cada caloría ingerida. El miedo de no llegar a ser aquel "atractivo" ser que se exige consume la vida de muchos. ¿Cual es el posible final de esta lucha contra la comida? Dos palabras: bulimia y anorexia.

Se torna difícil luchar contra aquello a lo que estamos expuesto a cada momento de nuestras vidas. Es cierto que no siempre se llega a los límites y obsesiones que se ha mencionado antes, pero es mejor (opinión mía) tener en claro a qué me enfrento y estar preparado. Se hace creer que no somos atractivos, que nos falta ese "algo" para serlo, aunque en realidad seamos mejores de lo que nos hacen pensar. La belleza no es cruel, la belleza no es ninguna tirana...

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Entrada inspirada en un pequeño escrito mío encontrado hace pocas horas:
"La tiranía de la belleza en la publicidad aspiracional en adolescentes y jóvenes peruanos"